¿QUÉ ES LING? (II)

Segunda entrega.

Po魄 (en los Pulmones).

Se le relaciona con el alma física o corpórea. Se encarga de asimilar todas las sensaciones del cuerpo, todo aquello que sentimos. La tristeza, melancolía y nostalgia le afectan atacándole directamente. En él reside nuestro instinto de supervivencia, la introversión, la noción de justicia y el romanticismo. En casos extremos de su desarmonía perdemos la voluntad y ganas de vivir.

Se dice que tras la muerte, Po se entierra con el cuerpo físico y permanece en él. Más adelante os explicare el por qué.

Se describe como la manifestación de Jing (esencia) en relación a sensaciones y sentimientos. Le corresponde nuestro desarrollo en la infancia a través de las primeras impresiones, controlando la sensibilidad y el tacto. Lo relacionamos con el llanto.

Hun (en el Hígado).

Se dice que es la emanación del Shen, por lo que se le concede una cualidad Yang. Regula la inteligencia instintiva no dirigida por los principios de la razón, tal y como hace el Shen. Corresponde en un amplio sentido con la definición occidental de Alma.

Según los chinos Hun entra en el cuerpo después del nacimiento, motivo por el cual los recién nacidos no pueden ver aún.

Se le atribuye la función de gobernar el sueño y las ensoñaciones, permite la fluidez de las funciones mentales y el equilibrio emocional, siendo el responsable de la acción en nuestras vidas. Es, su planificador y director. Aporta valor, empuje y osadía. Hun es quien capitanea nuestro instinto de perpetuación de la especie al estar muy ligado con la sexualidad.

Las personas que nacen invidentes o las que pierden totalmente la vista durante la vida, se dice que tienen muy deteriorado su Hun, ya que es el responsable de la acción de ver. También se le otorga el poder de visionar nuestros sueños mientras permanecemos dormidos y despiertos.

Por tanto, Hun a través de la raíz innata del Shen podría guardar experiencias de otras vidas y éstas ser expresadas mediante nuestros sueños.

Yuan Xiu Gang en Wudang

Yi意 (en el Bazo).

Se relaciona con la capacidad de reflexionar y expresarse. Está íntimamente ligado con el intelecto (parte consciente) siendo el responsable del pensamiento aplicado y de la capacidad de concentración, generación de ideas y aprendizaje mediante el estudio.

Cuando su órgano se encuentra débil en nosotros emanan sentimientos de preocupación, incluso pensamientos repetitivos afines a la obsesión. Si está en equilibrio, Yi tiene la capacidad de transformar cualquier experiencia vital de manera constructiva y creativa.

Zhi志 (en los Riñones).

Asociado con la voluntad, sus funciones se relacionan normalmente con la fuerza física, el carácter, la determinación, la autoestima y la perseverancia (fuerza de voluntad).

Cuando los riñones están débiles se manifiesta una apatía ante las circunstancias que nos presenta la vida, llegando a la obstinación cuando pasa lo contrario. Alberga nuestros miedos, intentando llevarlos siempre a buen puerto. Zhi dirige las funciones ejercidas por los riñones para nutrir los huesos y nuestra médula. Es el encargado de darnos voluntad para adquirir fuerza física, ayudando en la determinación del valor.

Existen diferentes motivos que debilitan nuestros riñones y por consiguiente su entidad psíquica: la edad, los conflictos y dificultades de larga duración, la sexualidad destructiva y sobre todo, el miedo y la inseguridad.

La relación que existe entre estas entidades, como podemos observar, es uniforme e integral. Donde todo lo que le acontece al ser humano, como unidad psicofísica, dependerá de una armónica relación entre ellas y sus órganos asociados.

A su vez, todas las funciones de los órganos que albergan las cinco entidades psíquicas deben estar en perfecto equilibrio, para permitir un “emanación” adecuada en el flujo y cantidad hacía nuestro corazón: el emperador de nuestras emociones. De lo contrario, al ser defectuoso, nuestro Shen y todas sus actividades relacionadas se encontrarán en desequilibrio, con lo que los datos que recopile nuestro Ling,  de las experiencias vividas y gestionadas, serán determinantes para nuestro destino final en vida y, tras la muerte.

Continuará…

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