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Tercera entrega.
La ansiada búsqueda de este equilibrio es el motivo por el cual (sin saberlo) muchas personas se enfocan en la Vertiente Espiritual del Taijiquan, aislándola del resto de los aspectos a trabajar. Muchas de ellas jamás logran su meta, por el contrario, terminan creando a su alrededor un mundo de ilusión mística totalmente desconectada de la realidad de sus experiencias.
La emoción.
Para comprender un poco más nuestras reacciones mentales es importante asimilar que ante la recepción de un estímulo externo de componente emocional, será nuestro corazón (habitualmente) el primer órgano en gestionarlo. Para amortiguar el “golpe” nuestro emperador cuenta con su guardaespaldas: Xin Bao心包(pericardio). Éste se encarga de gestionar el estímulo haciendo de parapeto a fin de evitar un daño mayor, en el órgano emperador.
Imagina por un instante que este estímulo fuese una pelota que rebota en una pared y en la cual hay cinco niños (órganos) esperando recogerla entre sus brazos. Para que este rebote se dirija a uno de ellos, los niños deben mostrar una “debilidad” (ganas) por acoger el balón. El que muestre mayor “debilidad” (ganas) será el que antes coja el rebote.
De igual forma funcionan nuestros órganos internos. El que se encuentre más débil, acogerá el estimulo y permitirá la expresión de su entidad psíquica a través de un desequilibrio psíco-emocional.
Por consiguiente nuestro Shen, como raíz adquirida del espíritu imperecedero, es quien alberga toda nuestra psique e interactúa a través de su raíz innata con nuestro Ling inmortal. A su vez, Ling recibe información constante de nuestro Shen, a fin de encriptar la experiencia terrenal, como si de un disco duro se tratase, para que una vez abandonado el cuerpo físico pueda saber a dónde y cómo regresar.
Se que todo esto es algo espeso de entender y más cuando se escribe en lugar de compartirlo de forma oral. Pero tomate la libertad de leerlo tantas veces como te sea necesario para poder seguir avanzando.
En el momento del abandono físico (muerte) todas las entidades, excepto Po, se fusionan con tu Ling, con la finalidad de que pueda transportar dicha información en forma de experiencia terrenal.
A estas alturas deberíamos haber comprendido que nuestro espíritu intemporal tiene dos raíces, una adquirida y manifestada en vida mediante nuestro Shen (con sus cinco entidades psíquicas) y otra innata, que alquila un despacho en nuestro actual Shen para recopilar información experiencial. La pregunta entonces, será, ¿de dónde proviene la raíz innata de nuestro espíritu?.
Si has ido asimilando e integrando la información, comprenderás que el nombre de la raíz innata del Shen, es Ling y éste, proviene de los treinta y seis cielos.
Los 36 Cielos.
En nuestra religión se contempla la idea de un único Cielo sin embargo, en otras culturas, su número difiere. Hemos aceptado al idea preestablecida de que una vez muertos vamos al cielo o al infierno. Según hayan sido nuestros actos (De德) tendremos más posibilidades de residir en uno u otro lugar. Entonces, cuando fallecemos, ¿qué parte de nosotros es que la inicia ese viaje?.
La respuesta es sencilla: nuestro Ling.
En algunas teorías espirituales se equipara Ling con Hun, atribuyéndole las mismas cualidades. Con vuestro permiso voy a omitir este enfoque y atribuirle al primero el protagonismo que merece. Para comprender un poco más sus funciones, relataré de manera muy superficial como están distribuidos los 36 Cielos.
Antes de seguir, aclaro que no soy ningún experto en la materia, dejando constancia de que hay profesionales mucho más cualificados que yo para informar sobre estas teorías. Incluso, humildemente me tomo la libertad de desarrollar enfoques que considero personales y bastante difíciles de encontrar en la literatura relacionada. Dicho esto…
En la mayoría de textos taoístas las principales deidades habitan en los cielos de mayor numeración, entre los cielos 34 y 36. Allí es donde moran las tres grandes purezas espirituales (San Qing三清).
Estas deidades son expresiones del más alto nivel de Ling, con una cualidad (espiritual) Yangshen阳神 suprema. Por lo que entendemos que en los cielos inferiores, en relación a su numeración, deben estar repletos de Yinshen阴神 espiritual. Para asimilar mejor los conceptos Yangshen阳神 y Yinshen阴神, debo explicar antes la visión taoísta sobre ellas.
Ambos términos representan dos tipos de energía espiritual, uno es puro, limpio y elevado (Yangshen阳神) mientras que el otro es impuro, denso y deprimido (Yinshen阴神).
Según las creencias taoístas todos los seres vivos desde el mismo instante en el que nacemos, portamos Ocho Meridianos Extraordinarios (Qi Jing Ba Mai 奇經八脈) y éstos, se encuentran repletos de energía Yinshen阴神 (impura, densa y deprimida). De hecho, los taoístas dedicamos toda una vida a modificar esta tendencia innata.
La limpieza de estos canales la denominamos, abrir: Xiao Zhou Tian小周天 (Pequeña Revolución Celeste) y Da Zhou Tian大周天 (Gran Revolución Celeste). Estamos en la creencia de que mediante técnicas de cultivo y alquimia interna (Neidan内丹) podemos limpiar y transmutar los Meridianos Extraordinarios de energía pura, cristalina y limpia (Yangshen阳神) consiguiendo así que nuestro Ling, pueda alcanzar el Cielo 32. Y, ¿por qué este cielo en concreto?.
Continuará…