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Deterioro de la Esencia.
Durante las décadas de los años sesenta y setenta del pasado siglo, Bruce Lee, el prodigio de las artes marciales chinas, mostró al mundo lo que eran nuestras artes marciales o “wushu”. Su exposición y divulgación provocó que muchas personas de diferentes países se interesaran por ellas. Poco después, a principios de los años ochenta, el cine del “Templo de Shaolín” volvió a despertar un gran interés por el wushu en distintas partes del mundo. Como resultado de todo ello, en los últimos veinte años, el wushu ha experimentado un rápido desarrollo tanto en China como en el extranjero. Por todo ello, hoy en día, es posible encontrar practicantes entusiastas de wushu en casi cualquier parte del mundo.
No obstante, con el impacto de la sociedad económica moderna, el wushu se ha teatralizado y convertido en un producto comercial destinado principalmente al entretenimiento y el espectáculo, lo que ha provocado su constante deterioro y declive. Dado que son muy pocos los que conocen el wushu tradicional, esta tendencia moderna orientada casi exclusivamente hacia el espectáculo y la competición se ha convertido en un gran obstáculo para el desarrollo del wushu tradicional. Lamentablemente son más las personas que se interesan por el wushu espectacular que por el auténticamente tradicional.
En los últimos años, la dedicación al estudio del wushu ha sufrido un rápido deterioro en China debido a los tres siguientes motivos:
Opinión de mi Maestro al respecto.
Con su único y rico bagaje formativo en cuanto a la práctica y la enseñanza del wushu, mi maestro está convencido de que la forma tradicional de práctica, enseñanza y transmisión del wushu es esencial para su conservación y su continuo desarrollo.
En tiempos pasados, el maestro y el discípulo formaban una relación formal de transmisión. El dicho chino: “Yi ri wei shi zhong shen wei fu” significa, “un día que pases con un maestro y se convertirá en tu padre para toda la vida”. Un buen maestro formará buenos discípulos, y buenos discípulos estarán dispuestos a escuchar al maestro sin vacilar en su devoción y fundamento. El maestro hará lo que sea necesario para entrenar a sus alumnos y los alumnos le seguirán. El maestro no se limita a entrenar en las técnicas del wushu a los estudiantes, sino que también tiene expectativas muy estrictas sobre la vida diaria y el crecimiento personal de éstos. Antes de que se conviertan en discípulos oficiales, el maestro fortalecerá ambos aspectos, el wushu y el carácter personal de sus estudiantes. Una vez satisfechas sus expectativas y cumplido todos los requisitos, el maestro entrega algún objeto material específico a cada estudiante que representa el hecho de haber sido aceptado oficialmente como su discípulo. Este discípulo habrá sido examinado rigurosamente a lo largo de muchos años en ambos aspectos, en su práctica del wushu y en su desarrollo personal.
Mi maestro cree que si alguien ha elegido la senda del wushu, debe tener entonces la pasión y la fuerza de voluntad necesaria para transmitir y desarrollar el wushu con toda su energía y continuar por ese camino el resto de su vida. Estas cualidades faltan muy a menudo en el wushu moderno.
El entrenamiento en el wushu de Wudang centra primero la atención en la “forma” y luego en la “intención”. El régimen de entrenamiento de mi maestro procura primero suavizar el cuerpo para luego fortalecerlo hasta que obtenga su justa dureza (dureza no significa rigidez); después, lo devuelve desde de su justa dureza a su justa suavidad, para finalmente fundir la justa dureza y la justa suavidad en una única cualidad. La dureza sin suavidad es como el acero: fuerte, pero se puede quebrar con una simple torsión y entonces, los ejercicios de saltos y torsiones propias del wushu moderno, a los que además se añade el entrenamiento regular de combate, suele causar lesiones a los estudiantes.
De forma similar, si sólo se desarrolla la suavidad, pero no la dureza, se pierde el poder defensivo básico necesario para el combate, desarrollando sólo el poder para el ataque. Perder alguno de estos aspectos significa perder el sentido de la práctica del wushu.
En opinión de Shifu, la práctica del wushu interno requiere el desarrollo de la mecánica básica del movimiento corporal, y el movimiento ha de ser ejecutado correctamente. Una vez conseguido esto, uno puede comenzar a regular la respiración y cultivar el “qi” mediante la meditación de pie o sentado.
Sólo cuando se han integrado ambos sistemas de entrenamiento, es posible combinar o unir “forma” en “intención”. Entonces las formas y movimientos fluyen ininterrumpidamente como el paso de las nubes o el fluir de agua. Mirado desde la superficie no se observa fuerza alguna, sólo “intención”, pero la verdadera práctica oculta un gran poder en su interior que apenas se manifiesta. Si uno continúa practicando acumulará cantidades ilimitadas de “qi” en el “dan dian” (el “dan dian” es el centro de energía física del cuerpo) listo para ser usado cuando sea necesario.
A lo largo de todos estos años, el maestro ha conservado el método de enseñanza tradicional. Para facilitar la comunicación con estudiantes extranjeros, ha estado estudiando aplicadamente inglés. Ahora le resulta muy sencillo comunicarse con nosotros. Pero su comunicación no es sólo verbal. Shifu tiene también la habilidad de observar los cambios mentales de sus estudiantes, descubriendo sus puntos fuertes y sus debilidades, y puede favorecer su proceso de aprendizaje, ayudándolos a sacar lo mejor de sí. Puede corregir la actitud de los estudiantes que tienen una mentalidad negativa y ayudarles a purificar sus pensamientos.
Desde la apertura de su academia, ha prestado atención al estado de bienestar mental y a la vida diaria de los estudiantes, desarrollando a menudo una relación paternal con ellos. A lo largo de estos años ha observado que básicamente existen tres tipos de estudiantes:
Esta diversidad de estudiantes con sus diferentes necesidades dificulta mantener un programa de entrenamiento estándar en la academia. Por eso, actualmente, Shifu se esfuerza en diseñar un programa de entrenamiento personalizado para cada estudiante, teniendo en cuenta sus condiciones físicas, mentales y sociales para que cada estudiante, pueda obtener algún beneficio de su experiencia personal en la academia.
Sin embargo, desde el punto de vista de la conservación y el desarrollo del wushu tradicional, Shifu opina que sólo el tercer tipo de estudiantes dispone del tiempo y la energía necesaria para continuar con el wushu tradicional. Estos estudiantes son generalmente muy jóvenes, poco maduros mental y emocionalmente y, carecen de una orientación clara en la vida. Pero si encuentran un maestro experimentado que sepa guiar sus mentes, afianzar su voluntad y ayudarlos a analizar el desarrollo del wushu tradicional en el mundo, no resultará difícil dar con la persona apropiada (alguien que haya desarrollado ambos aspectos, el wushu y el carácter) para continuar con la enseñanza del wushu tradicional.
Sin duda alguna, todos y cada uno de nosotros hemos de saber dentro de que tipo de estudiantes podemos englobarnos y cuales son nuestras limitaciones por ello. No obstante si tú perteneces al tercer grupo, eres un candidato pleno para ser un futuro profesional de la enseñanza tradicional del wushu, permitiendo así, que la Esencia nunca se Deteriore.
Lo escrito es todo muy válido, pero tanto lo que hay ahora en Wudang como en Shaolin, no es mas que wushu moderno enmascarado de tradicional, y falsos monjes que solo lucran enseñando cosas superficiales y buscando lucro. Por dinero enseñan cualquier cosa, toman discípulos y ordenan monjes,todo manejado políticamente y por el turismo como fuente de ingresos. Un gran conjunto de mentiras. Ahora, si quieren engañarse, cosa suya.
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Agradecemos enormemente su comentario y su punto de vista, de lo que deducimos dos posibilidades. Primera que usted ha estado en alguna de las dos escuelas (Shaolin y Wudang) y no ha encontrado aquello que buscaba y segunda, que ni siquiera ha estado allí y se toma la libertad de hablar por hablar.
En cualquiera de los dos casos, nosotros seguiremos nuestro Camino y usted siga el suyo.
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