El Camino Marcial

El Taijiquan (Tai Chi) está considerado como un arte marcial. Sin embargo, para algunos, la transición completa de un ejercicio de salud a una práctica marcial requiere ciertos aspectos adicionales. Por ello, pueden necesitar más elementos para hacer esta transformación.

En su forma mas occidentalizada, el Taijiquan resulta de una mezcla de filosofía, meditación en movimiento y técnicas de respiración. Ahora bien, para que se considere «un verdadero arte marcial», el Taijiquan debe mantener y reforzar varios aspectos:

Desarrollo de habilidades marciales.

El Taijiquan debe enfocarse en el desarrollo de las habilidades necesarias para la autodefensa y el combate. Esto implica el entrenamiento en formas con enfoque al combate, así como el conocimiento de las técnicas de defensa personal (bloqueos, desvíos, derribos, etc.) implícitas en las secuencias.

Las formas lentas y suaves son útiles para la salud. Sin embargo, el combate real requiere una práctica más intensa y dinámica. Para este objetivo, las formas deben permitirnos abrir la puerta de la defensa personal y combate. Por ello es necesario realizar las secuencias a tres velocidades.

  • La primera velocidad es la normal: lentitud. La que propone el estilo es si. Sus beneficios están en comenzar a entender la biomecánica propia. También ayudan a entender la coordinación y bilateralidad. Se comprenden los principios básicos de lleno y vacío, ataque y defensa, etc. Es necesaria para saber estructurarse adecuadamente y siempre en posiciones muy bajas.
  • La segunda velocidad en más rápida: media. En ella comenzamos a entender si nuestra mente es capaz de moverse y coordinarse de manera diferente a la habitual. En términos de un velocímetro la primera velocidad equivale a ir a 10km/h, esta segunda sería ir a 50km/h.Mantener las técnicas casi completas y permanecer en una estructura adecuada es el objetivo de esta velocidad. Las posturas se deben trabajar algo más altas y cerradas.
  • La tercera velocidad es la más rápida: máximo. El equivalente a ir a 100km/h. Las posturas serán casi cerradas y altas. Debe primar la velocidad, la explosividad y la estructura. La mayor dificultad reside en coordinar a este velocidad las técnicas y encadenarlas de manera coherente y potente. Es la más complicada de todas y al tiempo la que más beneficio nos aportará en el plano marcial.

Práctica de aplicaciones marciales mediante Tuishou.

El Tuishou es un ejercicio fundamental en Taijiquan. Ayuda a desarrollar sensibilidad y escucha de la fuerza oponente. También proporciona una comprensión profunda de las aplicaciones marciales de las formas, centrándonos en las luxaciones y derribos. Practicarlo correctamente ayuda a los estudiantes a entender cómo usar el cuerpo de manera eficiente. También muestra cómo aplicar los principios de la suavidad y la flexibilidad en un combate real.

Es importante comenzar desde un trabajo con pies en paralelo, uno en frente de otro. Con el tiempo pasar a un trabajo en avanzado, ambos en Gong Bu (arco y flecha) alternando pies. Desde ahí evolucionar a una vez desenraizado el compañero seguir trabajando en móvil hasta llegar al derribo. Cuando llegamos al derribo, debemos continuar en suelo hasta que uno de los dos palmee.

La finalidad, es aprender respetando los tiempos tanto los míos como los de mi compañero. Marcar las luxaciones sin llegar al tope para dejar a mi compañero la posibilidad de neutralizarlas y controlar los derribos evitando daños.

Muchos practicantes terminan en el suelo con el compañero al realizar empuje móvil. Esto ocurre bien por no realizar la técnica limpia, bien porque al caer nos derriban en arrastre. De ahí la importancia de seguir en el suelo hasta el palmeo.

Control de la energía interna.

El Taijiquan se basa en gran medida en el uso de la energía interna. Los practicantes avanzados deben aprender a manejar y dirigir esta energía para fortalecer sus técnicas de combate. Dicho de otra manera, debemos aprender a aplicar todos los tipos de Jin existentes.

Comprender el Qi mediante la respiración profunda es crucial. Además, la actitud mental ayuda a aumentar la potencia de las técnicas de Taijiquan. Eso lo diferencia de otras artes marciales.

Es crucial saber descender el Qi al Dantian (respirar con el abdomen) durante el combate. Esto ayuda a mantenernos en estructura y evitar la fatiga excesiva.

Entrenamiento físico completo.

Las formas lentas son un excelente ejercicio de flexibilidad y equilibrio. Sin embargo, se necesita un entrenamiento físico más duro en el Taijiquan. Este entrenamiento ayuda a aumentar la resistencia, la fuerza y la rapidez. Las técnicas de golpeo y patadas son esenciales. Los movimientos más explosivos, aunque menos comunes en algunos estilos, son cruciales para que el Taijiquan sea verdaderamente marcial.

Algo que debe entrarnos en la cabeza es el trabajo con pesos. Usar de manera inteligente los pesos hará que evoluciones mucho más en el aspecto marcial enfocado al combate. Solo quien lo entiende avanza. Para muchos practicantes puristas el uso del peso esta contraindicado, no es así.

Para poder desarrollar un Jin potente (fuerza combinada) hay que refinar la fuerza adquirida con el entrenamiento. Si no adquieres fuerza, nunca adquieres Jin. El problema reside en que este tipo de practicante busca la manera de contrarrestar esa deficiencia mediante el aumento del peso corporal.

Entrenamiento en armas tradicionales.

El Taijiquan también incluye el uso de armas: sable (Dao), la espada (Jian), el bastón (Gun) y otros implementos. Dominar estas armas es fundamental en el Taijiquan como arte marcial. Enseñan la integración de los principios de fluidez, equilibrio y control de la energía.

Se aplican en contextos más complejos. Esto mejora el trabajo a mano vacía y el uso correcto de las articulaciones. El siguiente paso para mejorar en combate es usar armas pesadas. Normalmente, las armas que utilizamos son de entrenamiento y muy ligeras. Llegado cierto momento debemos cambiar esas armas por otras de mayor peso. La sensación será como empezar de cero y nuestro fortalecimiento aumentará mucho más.

Desarrollo mental y filosófico.

La filosofía del Taijiquan está profundamente influenciada por el Taoísmo y los principios del Yin y Yang. Para muchos, el estudio de estos principios no solo mejora la capacidad técnica. También mejora la comprensión de uno mismo y el equilibrio interior. La mente del practicante, en este caso, juega un papel esencial tanto en la técnica como en la autodefensa.

Instruirnos en filosofía taoísta nos ayuda a comprender la utilidad real del arte marcial y su momento de activación. Evita que nos convirtamos en matones deseando verificar nuestras habilidades con el primer individuo que pasa a nuestro lado.

Adaptación y fluidez en el combate real.

Finalmente, el Taijiquan debe poder adaptarse a situaciones de combate reales. Esto implica la habilidad de aplicar sus principios en contextos dinámicos y, a veces, impredecibles. El arte del Taijiquan es ser suave y flexible en lugar de rígido y forzado. Al mismo tiempo, se aplica fuerza integral en los momentos adecuados. Este es un principio clave del Taijiquan como arte marcial.

De manera que debemos generar el entorno adecuado entre compañeros para que esto suceda. Tendremos en cuenta el uso de protecciones de todo tipo para generar combates controlados. Queremos que la sensación al terminar sea la correcta.

Entender las distancias de combate: seguridad, larga, corta, agarre y suelo. Practicarlas todas, experimentar contra uno, dos o varios oponentes es necesario para adquirir una habilidad completa.

En definitiva, para ser considerado un verdadero arte marcial, el Taijiquan debe integrar de manera equilibrada su dimensión interna y externa. Además, debe tener capacidad de combate físico y real. Defensa personal, entrenamiento en armas y aplicaciones de combate.

Su belleza radica en su capacidad para combinar suavidad y dureza, mente y cuerpo, energía interna y fuerza externa.

Juanjo Estrella – IPHAS International Push Hands Academy Spain.

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